Ahora vamos a Rumania, donde, según se informa, están reforzando sus defensas cerca de las aldeas del Danubio en la frontera con Ucrania. Drones rusos han atacado instalaciones de cereales aquí.
Los planes incluyen acercar las defensas aéreas, añadir puestos de observación militar y aumentar las patrullas, según dos fuentes citadas por Reuters.
Rumania también desplegó cuatro aviones de combate estadounidenses F-16 más y amplió la zona de exclusión aérea.
Estas acciones reflejan la creciente preocupación en Rumania y la OTAN sobre la posibilidad de que el conflicto en Ucrania se extienda a su territorio.
El reciente enfoque de Moscú en los puertos y almacenes ucranianos a lo largo del río Danubio, especialmente aquellos cerca de territorios rumanos como Izmail y Reni, parece haber aumentado estas tensiones.
El incidente del aterrizaje del componente del dron en Rumania subraya el riesgo de malentendidos, o algo peor, entre Rusia y la OTAN, lo que llevó a las fuerzas armadas de Rumania a intensificar la seguridad en la región para proteger a los civiles, dijeron las dos fuentes.
Esta no es la primera vez que un misil ruso genera preocupaciones de seguridad: el año pasado, un misil ruso impactó el sur de Polonia y mató a dos personas.
Esto ocurrió en medio del conflicto humanitario en Nagorno-Karabaj.
La semana pasada, fuerzas de paz rusas escoltaron a familias armenias de Nagorno-Karabaj sin hogar a Armenia.
La medida se produce después de que Azerbaiyán lanzara una ofensiva relámpago para recuperar el control total de la región separatista, exigiendo que las fuerzas armenias en Nagorno-Karabaj depongan las armas e instando al gobierno separatista a disolverse.
El presidente separatista de la región, Samvel Shakhramanyan, firmó un decreto a tal efecto.
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