El proyecto de Carta Magna es el resultado de un año de debate en la Convención Constituyente de 154 miembros, que fue elegida por voto popular. Y esta es la salida política que ha encontrado el Estado para calmar las protestas que estallaron en octubre de 2019 por una mayor igualdad social.
Según el último sondeo conocido de este miércoles de la encuesta Criteria, la opción “rechazar” va por delante con un 45% y la opción “estoy de acuerdo” muestra un incremento y alcanza el 36%, 5 puntos más que el sondeo anterior.
Más de 15 millones de chilenos están habilitados para votar el 4 de septiembre y esta será la primera elección con voto obligatorio desde 2012.
“Se estima que de aquí a las próximas semanas estemos prácticamente al borde de un empate técnico entre las dos opciones”, dijo a la AFP Rodrigo Espinoza, politólogo de la Universidad Diego Portales.
No hay claridad sobre lo que sucederá si gana el rechazo; Esta duda la planteó el propio presidente Gabriel Boric cuando aclaró que si esto sucediera, habría que volver a iniciar un nuevo proceso constitucional.
Entre los puntos más controvertidos criticados en la nueva Constitución está la “plurinacionalidad” o reconocimiento de varios pueblos indígenas y pueblos originarios, introduciendo divisiones comunitarias en el país que se formaron hace más de dos siglos a partir de ideales universalistas heredados de la Ilustración.
Además, la sustitución del Senado por la Cámara Regional como garantía de una mayor representatividad regional, o la constitución de un Consejo de Justicia, no del Poder Judicial, con un tribunal consuetudinario especial.
Por otro lado, el acuerdo destaca el carácter feminista y ambiental y la santificación de derechos básicos de la nueva propuesta, como el derecho a la salud, educación y vivienda adecuada, así como el privilegio del agua para consumo humano.
“Alborotador. Adicto a la cerveza. Aficionado al café. Emprendedor incurable. Empollón de los viajes”.