La gira sudamericana en canchas lentas ha comenzado muy bien con la final 100% Argentina en el Polideportivo Mario Alberto Kempes: Sebastián Báez y Federico Coria definieron el título de Córdoba y los primeros en adquirir el que es, hasta la fecha, el único título de su compatriotas en el circuito.
– Anuncio –
Sin embargo, en las siguientes dos semanas, en Buenos Aires y Río de Janeiro ni un solo argentino llegó a semifinales: en el ATP 250 de Buenos Aires Francisco Cerúndolo y Tomás Etcheverry llegaron a cuartos de final y en el ATP 500 de Río solo Báez logró para ejemplificar eso.. Las buenas sensaciones recuperadas esta semana sobre la tierra batida del Santiago Open: es que ganaron Báez y Etcheverry, pasaron a semifinales y, además, como se enfrentarán este sábado en la primera ronda, aseguraron la presencia de un argentino en la final de mañana.
El día lo abrió Etcheverry, quien obtuvo una victoria increíble, principalmente por el poder que ha adquirido, contra el serbio Dusan Lajovic. El platense se impuso por 6-1, 6-2 en un partido que nunca ha tenido problemas por primera vez ante un rival. Será la primera semifinal de la carrera de un tenista en ascenso que, a partir del lunes, será uno de los 70 mejores jugadores del mundo al menos por primera vez en su carrera.
Entonces el ganador es Báez. Contra otros jugadores serbios contra los que nunca había jugado, ganó con un poco más de dificultad. Laslo Djere reclamó al bonaerense que acabó ganando 7-6 (7-4) 6-4. En el primer set llegaron al desempate sin romper y en el segundo un quiebre de Báez rompió el desempate para avanzar al torneo donde fue finalista el año pasado.
Báez y Etcheverry, de la misma generación -el primero del 2000 y el último de 1999- solo se han enfrentado una vez en el circuito. En la primera vuelta de polvo de ladrillo en Lyon el año pasado, Báez ganó a lo grande: 6-2, 6-1. Por supuesto, también juegan en torneos ITF (cuatro veces en 2019) y hay dos victorias por equipo.
“Fanático de las redes sociales amigable con los hipsters. Introvertido. Adicto a la web. Solucionador de problemas exasperantemente humilde. Amante devoto de Twitter”.
