El proyecto es uno de los elementos clave del gobierno del presidente Gabriel Boric, ya que a partir de ahí se podrían emprender otras iniciativas, como la mejora del sistema de pensiones y la ampliación de los servicios de salud, educación y vivienda, entre otros.
Para superar el primer paso legislativo se necesitan 78 votos a favor o al menos la diferencia de votos positivos debe ser superior a los que no están de acuerdo más las abstenciones.
El resultado final fue 73 a favor de la reforma, 71 a favor de mantener el sistema actual y tres diputados se abstuvieron, por lo que la iniciativa quedó fuera de la agenda y hubo que esperar un año para presentarla nuevamente.
Durante una visita al norte del país, el presidente Boric lamentó los resultados y dijo que ‘a medida que empezamos a salir de una larga crisis, hay sectores que están tratando de evitar el cambio’.
No fue el gobierno el que fue derrotado, insistió, sino los millones de chilenos que durante años habían esperado un país más justo, con pensiones dignas y sin las largas filas ante la atención oportuna en hospitales y consultorios médicos.
Boric coincide con el ministro de Hacienda, Mario Marcel, en que son los evasores de impuestos los que están celebrando los resultados en el Congreso, quienes aprovecharon los vacíos legales de la ley vigente y también sus asesores en ese sentido. La ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, reconoció que el rechazo a la reforma del sistema tributario dificultó al Ejecutivo implementar su programa de transformación. Por su parte, el diputado del Partido Socialista Daniel Manouchehri confirmó que la extrema derecha asestó un golpe al país al cortarle los recursos necesarios para subir las pensiones de los chilenos y combatir la delincuencia.
No nos parece solo cuando vemos a la extrema derecha celebrando una victoria política, que es una derrota social para el pueblo chileno, dijo.
Particulares críticas recibieron las diputadas Pamela Jiles y Mónica Arce, del Partido Humanista, y Viviana Delgado, de Verdes Ecologistas, quienes por motivos personales se retiraron de la asamblea para rechazar la votación que habría dado luz verde al proyecto.
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