MAIDUGURI, Nigeria, 7 ene (Reuters) – Bandidos armados mataron al menos a 30 personas en el estado de Zamfara en Nigeria, asaltando varias aldeas en una región que ha sufrido una crisis de seguridad durante más de dos años, dijeron el viernes residentes y fuentes de seguridad.

Ha habido una serie de ataques en el noroeste de Nigeria, que ha visto un fuerte aumento en los secuestros masivos y otros delitos violentos desde finales de 2020 mientras el gobierno lucha por mantener la ley y el orden en medio de una economía lenta.

Tres residentes dijeron que el ataque en el área del gobierno regional de Anka en Zamfara ocurrió alrededor de las 12:45 p. m. del martes, cuando más de 300 bandidos armados con motocicletas asaltaron ocho aldeas y comenzaron a disparar esporádicamente.

Abubakar Bello, un residente que huyó del ataque, dijo a Reuters por teléfono que los residentes locales fueron superados en número por hombres armados que quemaron muchas casas y tiendas.

Otro residente, Ummaru Makeri, perdió a su esposa y sus tres hijos en el ataque, mientras su casa fue incendiada, dijo por teléfono.

“Las aldeas de Kurfa y Rafin-Gero… han estado sitiadas durante dos días sin ninguna fuerza de seguridad”, dijo Makeri.

El estado de Zamfara es uno de los más afectados por los secuestros y ha estado bajo un bloqueo de telecomunicaciones desde principios de septiembre, que según las autoridades se impuso para interrumpir la coordinación entre los bandidos y ayudar a las fuerzas armadas a lidiar con ellos.

Pero también significa que pocas personas saben lo que sucedió en Zamfara porque las autoridades no brindan ninguna información.

Un portavoz del gobernador de Zamfara dijo a Reuters que los hombres armados fueron interceptados por el ejército y se negó a proporcionar más detalles.

El portavoz de la policía estatal, Muhammed Shehu, no pudo ser contactado para hacer comentarios.

Reportado por la redacción de Maiduguri, Ardo Hazard; información adicional de Camillus Eboh en Abuja; Escrito por Chijioke Ohuocha; Editado por Cynthia Osterman

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