Chile: Democracia en peligro

Redes Sociales de pago, al servicio de las élites y sus modelos de Fake News

La opinión pública en Chile es manejada por quienes pueden financiar a las editoriales, la falta de regulación y seguimiento oportuno del financiamiento de campañas, sumado al contexto en el que el modelo educativo en nuestro país ha eliminado la filosofía, la educación cívica y el pensamiento crítico de la currícula en nuestro país. sus aulas, hoy productoras de condiciones ideales para los poderes económicos de élite, han convertido finalmente sus elecciones en una realidad “virtual”, arrasando al electorado del proceso constituyente.

Por el poder repetido de las antenas de sus intereses, buscan imponerse a lo que las muchas y variadas comunidades o medios políticos desde otras perspectivas puedan comunicar sobre el momento histórico en que se encontraba nuestro país y el mundo.

Los que informan a las masas son los que pueden pagar, e influyen en la opinión pública, que dice lo que puede repetirse rápidamente sin mucha atención ni análisis, lo que resulta en la degradación de la democracia, propiciada por este ciberespacio comprado, donde las “fake news” o fake news las noticias están creciendo rápidamente.

Lo que vivimos es el bullicio, la falta de ética que muestra la prensa al tratar estos temas, la ignorancia de que les paguen para desinformar a un público “indeciso”; sin asumir la responsabilidad por las consecuencias que podrían ser significativas para nuestra próxima generación, para detener el proceso de cambios importantes en los temas actualmente consagrados en la nueva constitución.

A pesar de todas las conocidas maquinaciones de los fuertes, nuestra esperanza sigue siendo fuerte y clara en construir un cambio para un futuro, donde se abra espacio para lo que aún no existe.

Nos hacemos cargo trabajando para crear condiciones en la región que nos permitan imaginar y preguntarnos activa y propositivamente, según nuestro mejor y doble sentimiento: ¿para qué vamos a formar una asamblea regional en el futuro? o ¿a partir de qué necesidad vamos a crear iniciativas de normas populares en nuestro ámbito?

Todas estas búsquedas nos permitirán crear las condiciones para un giro en este modelo neoliberal, desde lo más cercano, de una política de la compasión, donde el reconocimiento de la diversidad será clave, y su convergencia podrá darse de manera genuina y coherente. Eso espero.

Escritura colaborativa de Elizabeth Bravo y Natalia Ibáñez. Comisión Política.

Evita Aranda

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