Miles de personas en el norte de Chile han realizado protestas contra la migración procedente de Venezuela.

Los manifestantes marcharon por la ciudad de Iquique ondeando banderas chilenas y exigiendo la expulsión de los que llamaron delincuentes extranjeros.

Algunas personas derribaron tiendas de campaña que albergaban a inmigrantes, mientras que al menos una persona fue golpeada por la multitud.

Ha habido un aumento en el número de personas que llegan a Chile después de huir del colapso económico de Venezuela.

La protesta, que atrajo a 4.000 personas, fue provocada por un vídeo que mostraba a dos policías chilenos siendo atacados en un puesto de control por presuntos narcotraficantes venezolanos.

Chile, uno de los países más ricos de América del Sur, se ha convertido en el destino elegido por muchos venezolanos, a pesar de las restricciones pandémicas de los últimos años.

Pero hay crecientes tensiones sobre el control fronterizo en el país, con la migración y el crimen entre las mayores preocupaciones de los votantes en las elecciones presidenciales del año pasado.

El candidato de izquierda Gabriel Boric ganó las elecciones y se convirtió en el líder más joven del país el mes pasado, derrotando a su oponente de derecha José Antonio Kast.

“Esto no puede continuar”, decía una pancarta de la protesta del domingo, que se vio empañada por incidentes violentos.

Un video en las redes sociales mostró a un hombre tirado en el suelo rodeado de policías mientras los manifestantes le gritaban.

Algunos manifestantes también destruyeron en la calle artículos sacados de los campamentos de inmigrantes.

Sin embargo, la policía dijo que no realizó ningún arresto porque “no hubo disturbios graves”.