Este sábado, Everton se consagró campeón de la Promoción Femenina de Chile, en una apasionante final que finalizó en penales en el Estadio Santa Laura. Pero el torneo estuvo marcado por una serie de dificultades que afectaron su progreso.

En el partido final, Unión Española se adelantó al marcar el primer gol por medio de Verónica Riquelme a los 45 minutos del primer tiempo. Sin embargo, el Everton no se rindió y logró igualar el marcador en los minutos finales gracias al gol de Antonella Martínez en el minuto 80, forzando la tanda de penaltis.

La tanda de penales terminó con victoria para las “Ruleteras” que se impusieron con marcador de 4-2. Con este triunfo, Everton se aseguró un lugar en la máxima categoría del fútbol femenino chileno para la próxima temporada, al igual que Plaza Chacabuco.

Sin embargo, este campeonato estuvo marcado por una serie de problemas que afectaron el inicio y desarrollo del campeonato.

La controversia sobre el despertar de las mujeres

En junio, la Asociación Nacional de Futbolistas emitió un comunicado público expresando preocupación por las deficiencias en la organización del torneo.

Se destacó que los clubes y la ANFP tuvieron 280 días para planificar el campeonato de Ascenso y que los problemas actuales reflejan la improvisación y la profunda brecha de género en el fútbol.

La no llegada del cuerpo arbitral al partido entre Deportes Temuco y Ñublense, la suspensión del partido entre Santiago Wanderers y Deportes Melipilla por falta de ambulancias, la situación que se repitió en Huachipato vs Curicó Unidos, la suspensión del partido entre Unión Española y Magallanes por falta de jugadores elegibles son sólo algunos de los incidentes que no suelen marcar el torneo.

Al final, Everton logró ganar el torneo en un ambiente complicado, consagrándose campeón de la Promoción Femenina de Chile en una edición marcada por problemas y desafíos organizativos.