Un tema particular que Sigren y los entrenadores inculcaron fue un sentido de “hermandad”.
De hecho, Chile tiene cuatro pares de hermanos en su equipo de 33 hombres, con dos – Alfonso y Diego Escobar y Clemente y Domingo Saavedra – incluidos en la alineación titular para enfrentar a Japón el domingo.
“Somos, ante todo, un grupo de amigos”, dijo el zaguero Iñaki Ayarza.
“La mayoría de nosotros nos conocemos desde que éramos muy jóvenes y muchos jugamos en los mismos equipos. Creo que esa es nuestra fuerza: la unidad”.
En el campo, Sigren es un extremo robusto cuya resistencia ha quedado demostrada a través de sus 18 apariciones en el campeonato.
Con Chile también enfrentándose a Samoa, Inglaterra y su compatriota sudamericano Argentina en el Grupo D, esa resiliencia se pondrá a prueba.
“Chile, que participa en su primera Copa del Mundo, es un jugador nuevo en ese nivel y requiere mucha pasión, trabajo duro y físico para competir. Él establecerá el estándar para eso”, dijo Boden.
“Es un hombre apasionado al que le apasiona jugar y liderar a su país. Creo que verás esos rasgos en muchas cosas”.
El futuro después del Mundial es incierto para Sigren, que dejó Doncaster al final de la temporada pasada debido a sus compromisos mundialistas.
Su impresionante forma en la escena mundial del rugby puede significar que otro equipo de una de las naciones líderes del rugby podría considerar contratar sus servicios.
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