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Publicado el 6 de noviembre de 2019 a las 12:34 p. m. ET
Los manifestantes huyen de los cañones de agua de la policía durante una protesta antigubernamental en Santiago, el martes 5 de noviembre de 2019. Los chilenos salieron a las calles y se enfrentaron con la policía para exigir mejores servicios sociales y el fin de la desigualdad económica, incluso cuando el gobierno anunció que semanas de la semana de manifestaciones socavaron el crecimiento económico del país. (Foto AP/Esteban Félix)
SANTIAGO, Chile – Las protestas que se han apoderado de Chile durante casi tres semanas por mejores salarios y pensiones, y una distribución más equitativa de la riqueza, disminuyeron el martes.
Los chilenos que piden mejores servicios sociales fluyen nuevamente hacia el centro de Santiago, un día después de los violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Pero la reunión del martes atrajo solo entre 2.000 y 2.500 personas, según una estimación de Felipe Guevara, alcalde del área metropolitana de Santiago. La misma plaza albergó anteriormente a 1,2 millones de manifestantes.
La policía utilizó gases lacrimógenos, cañones de agua e intrusos encapuchados para dispersar a la multitud.
Javiera Martínez, una estudiante universitaria de 23 años, dijo a The Associated Press que seguía protestando porque “las demandas no se han escuchado, no quieren escuchar el descontento social”.
Bastian Marin, de 29 años y ejecutivo empresarial, atribuyó las protestas más pequeñas al hecho de que la gente tiene que trabajar.
“Es difícil tener la misma cantidad de personas todos los días”, dijo, y agregó que se esperaba que la marcha prevista para el viernes fuera mucho más grande.
También se realizaron pequeñas protestas en otras ciudades chilenas.
En Concepción, un pueblo a unos 500 kilómetros (300 millas) al sur de Santiago, hombres encapuchados saquearon un banco en medio de las protestas, sacaron muebles y los quemaron en la calle.
Los disturbios comenzaron hace 19 días por un aumento en las tarifas del metro, pero se han convertido en un movimiento en toda regla que exige un cambio. El gobierno de centro-derecha de Chile ha respondido con una serie de propuestas de reforma social, que aún no han sido aprobadas por el Congreso.
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