Dos días después de que el borrador fuera rechazado en un referéndum, Boric reemplazó a los ministros del Interior, Salud, Ciencia, Energía y Presidencia, eligiendo a personas más cercanas al centro de la izquierda política.
La nueva secretaria del Interior, Carolina Toha, y la ministra presidencial, Ana Lya Uriarte, ocuparon altos cargos bajo la expresidenta de centroizquierda Michelle Bachelet.
El domingo, el primer borrador de la nueva constitución fue rechazado por casi el 62 por ciento de los votantes en un referéndum obligatorio que, según los analistas, también es un informe sobre el desempeño de Boric desde que asumió el cargo en marzo con la promesa de instalar un “estado de bienestar”.
Describió el rechazo del martes como quizás “uno de los momentos políticamente más difíciles que he tenido que aceptar”.
El presidente, descrito por sus críticos como un “comunista”, ha dicho que continuará los esfuerzos para reemplazar la constitución, que se remonta a la dictadura militar Augusto Pinochet.
La remodelación del gabinete, continuó, estaba destinada a proporcionar “mayor cohesión” al gobierno.
El voto por el “No” del domingo, por un margen mucho mayor de lo que habían proyectado los encuestadores, fue el último de una reciente ola de disensión política y social en el país.
Comenzó con protestas en 2019 por una sociedad más justa e igualitaria, que culminó con un referéndum en 2020 en el que el 80 por ciento votó a favor de cambiar la constitución.
Los votantes votaron por una convención de izquierda el año pasado para hacer el trabajo de redacción, y en diciembre, Boric asumió el cargo después de derrotar a sus rivales de derecha haciendo campaña contra el modelo económico neoliberal de Chile, que está protegido por la constitución existente.
Se culpó ampliamente a la constitución de la era de Pinochet por enriquecer a las corporaciones y las élites a expensas de una clase trabajadora pobre.
Entre las propuestas que resultaron ser las más controvertidas, un texto de reemplazo apoyaría el derecho al aborto electivo y garantizaría una mayor protección de los derechos indígenas.
Y aunque la mayoría de los chilenos dicen que quieren una nueva constitución, esta versión está resultando demasiado radical para la mayoría.
Cuando asumió hace seis meses, Boric nombró un gabinete que llama la atención porque la edad promedio es de 42 años y está integrado por 14 mujeres y 10 hombres.
Con el cambio del martes, el número de ministras subió a 15.
Entre los ministros reemplazados están Izkia Siches (interior), un estrecho aliado de Boric Giorgio Jackson (presidencia) y Begoña Yarza goza de buena salud, todos ellos criticados por su manejo de la agenda del gobierno.
El anuncio de Boric se produjo cuando cientos de estudiantes que protestaban por más recursos educativos se enfrentaron con la policía frente al palacio de gobierno.
“Y caerá… y caerá, la Constitución de Pinochet”, voltearon los estudiantes, descontentos con el rechazo a un proyecto de texto que habría garantizado “el acceso universal a la educación”.
La policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Boric sostuvo conversaciones con líderes políticos sobre cómo reactivar el proceso de reescritura de la constitución.
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