SEÚL (Reuters) – Corea del Sur y Estados Unidos acordaron revisar sus directrices conjuntas sobre misiles para facilitar los planes de Corea del Sur de construir satélites espías flexibilizando las normas sobre el combustible para cohetes, dijo el martes el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Kim Hyun-chong.

Según las directrices actuales, modificadas por última vez en 2017, Corea del Sur no puede construir cohetes con motores de combustible sólido, un revés para sus planes de desarrollar un satélite espía militar para finales de la década de 2020.

Los cambios a las regulaciones de combustible entraron en vigor el martes, dijo Kim en una conferencia de prensa en Seúl.

“Esta revisión nos permitirá continuar monitoreando la península de Corea las 24 horas del día, los 7 días de la semana”, dijo.

“Si disparamos un vehículo de lanzamiento a baja altitud basado en el combustible sólido que tenemos como estaba previsto, esto aumentará drásticamente nuestras capacidades de reconocimiento militar”.

Inicialmente, Corea del Sur intentó producir cinco de sus propios satélites de vigilancia este año para monitorear mejor la actividad norcoreana, pero el proyecto se retrasó repetidamente debido principalmente a dificultades tecnológicas y cambios de gobierno.

Corea del Sur opera varios satélites de imágenes de la Tierra, pero depende en gran medida de la inteligencia estadounidense para monitorear los movimientos militares de Corea del Norte.

La semana pasada, Corea del Sur se convirtió en el décimo país en lanzar un satélite de comunicaciones militares, pero lo hizo el operador privado estadounidense SpaceX.

Kim también dijo que Seúl también está dispuesto a discutir otras revisiones para aumentar el alcance de sus misiles, que actualmente están limitados a 800 kilómetros (497 millas).

En 2017, el presidente estadounidense, Donald Trump, acordó eliminar el límite de peso de las ojivas de 500 kg (1.102 libras) en los misiles surcoreanos.