El gobierno chileno ha rechazado un controvertido proyecto minero de hierro y cobre propuesto por $2.500 millones en un área vital para la biodiversidad y la vida marina.
El proyecto Dominga, 70 km al norte de la ciudad de La Serena, será una mina a cielo abierto, planta de procesamiento y desalinización, así como un gran puerto, instalado a solo 30 km del famoso santuario de pingüinos de Humboldt.
“Por unanimidad, el comité ministerial decidió aceptar las 12 objeciones planteadas, [and] dejando así una impresión desfavorable en el proyecto minero y portuario de Dominga”, dijo el miércoles la ministra de Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas.
El comité encontró que el plan incluía esfuerzos insuficientes para mitigar el impacto en el océano cercano y la reserva, que alberga delfines nariz de botella, varias especies de ballenas y pingüinos de Humboldt.
Desde su concepción, el proyecto Dominga ha estado en el centro de las preocupaciones ambientales y políticas.
No pasó una evaluación ambiental en 2017, lo que provocó la renuncia de tres ministros en el gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet.
En 2021, una filtración de Pandora Papers reveló que la familia del entonces presidente Sebastián Piñera y sus asociados eran el 56% de los accionistas mayoritarios en el proyecto Dominga.
También descubrió evidencia que apunta a irregularidades en un acuerdo de 2010 en el que la familia empresarial multimillonaria Piñera vendió su participación en el proyecto a un amigo cercano y socio comercial, Carlos Alberto Délano.
Las filtraciones muestran que la tercera cuota del pago contenía una cláusula que requería que el gobierno no fortaleciera las protecciones ambientales en las áreas propuestas para la mina, aunque el gobierno de Piñera finalmente lo hizo de todos modos.
En noviembre de 2021, Piñera sobrevivió a una votación de juicio político en el Senado provocada por las acusaciones.
Piñera, cuya fortuna se estima en 2.500 millones de dólares según la revista Forbes, rechaza las acusaciones y argumenta que no se encontró nada malo en el trato.
El miércoles, manifestantes a favor y en contra del proyecto desafiaron el calor en Santiago, la capital chilena, para manifestarse frente al Ministerio del Medio Ambiente con pancartas y pancartas.
El anuncio de la decisión -cumpliendo una promesa electoral hecha por el sucesor de Piñera, Gabriel Boric- fue recibido con aplausos.
Pero el alcalde de un pueblo cercano al sitio del proyecto propuesto dijo: “¿Cuándo vamos a hablar de humanos y dejar de hablar de pequeños peces y pájaros?”
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