Sentados en el centro del círculo en el patio del palacio presidencial, Gabriel Boric y la Primera Dama, Irina Karamanos, escucharon una a una las preocupaciones y esperanzas de los representantes de las siete tribus indígenas.
“Generar trabajo intercultural y nuevas relaciones entre el gobierno y los pueblos indígenas es fundamental para el desarrollo justo y digno de Chile”, tuiteó Boric, de 36 años, luego de la ceremonia.
En un comunicado, la oficina presidencial dijo que la ceremonia “es parte de una nueva concepción de la región como plurinacional en la que se enfatizará el respeto, el diálogo y la participación”.
Los representantes con los que se reunió Boric eran de las tribus Yagan, Lican Antai, Mapuche Pewenche, Rapa Nui, Mapuche Lafkenche, Diaguita y Mapuche Futa Warria.
Cuando prestó juramento el viernes, Boric rompió con la tradición al referirse a los pueblos indígenas de Chile y prometió respetar la Constitución frente a “todo el pueblo chileno” y no solo “el pueblo chileno”.
Luego de la tradicional ceremonia, Boric asistió a una misa católica en la catedral de Santiago con miembros de su gabinete, que se destaca por tener una edad promedio de 42 años y estar integrado por 14 mujeres y 10 hombres.
La ministra de Transporte y Medio Ambiente también causó revuelo el sábado al llegar al palacio presidencial en transporte público.
“Infuriatingly humble analyst. Gamer. Organizer. Extreme zombie specialist. Proud Twitter maven. Passionate introvert.”