La jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo el jueves que todavía esperaba publicar un informe largamente esperado sobre el trato de China a la minoría uigur en la región occidental de Xinjiang antes de que termine su mandato la próxima semana.
Hablando con los periodistas en la sede de su agencia en Ginebra, Bachelet habló sobre algunos de los principales problemas de derechos humanos que enfrenta el mundo.
Con respecto al documento largamente demorado en la región autónoma china de Xinjiang, que según algunos informes casi se completó hace casi un año, Bachelet dijo que luego de una visita a China en marzo, la evaluación necesitaba una revisión adicional a la luz de lo que aprendió allí.
Los grupos internacionales de derechos humanos dicen que China ha cometido numerosos abusos contra los uigures que viven en el oeste, incluido el uso de trabajos forzados en campos de internamiento. Los grupos criticaron a Bachelet por ser demasiado blanda con China durante su visita.
Beijing niega las acusaciones de abusos contra los derechos humanos en la región.
Bachelet también aprovechó la conferencia de prensa para pedir una vez más al presidente ruso, Vladimir Putin, que detenga los ataques armados contra Ucrania y que desmilitarice de inmediato la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa.
Con respecto al conflicto en Ucrania, agregó: “La comunidad internacional debe rendir cuentas por las muchas violaciones graves documentadas, algunas de las cuales pueden constituir crímenes de guerra”.
Bachelet dijo que su agencia estaba siguiendo de cerca las elecciones de Brasil del próximo mes y los problemas de derechos humanos allí. Bachelet también dijo que tiene la intención de tener una conversación con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, antes de que termine su mandato el 31 de agosto, porque él no quiere que la conversación que tuvieron y la promesa que hizo se olviden.
Él dijo: “Quería, como siempre hago cuando hablo con él, darles una larga lista de puntos en los que sentimos que es necesario abordar más”.
Bachelet dijo que no sabía quién sería su sucesor, pero escuchó que había más de 50 postulantes. Dijo que no habría vacío de liderazgo, ya que su oficina ayudaría con la transición.
Bachelet optó por no buscar un segundo mandato de cuatro años por lo que describió como “motivos personales”, junto con el deseo de regresar a Chile, donde cumplió dos mandatos como presidenta.
Parte de la información para este informe fue proporcionada por Associated Press y Reuters.
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