Los investigadores finalmente han descubierto detalles de una galaxia tan lejana y oscura que era casi imposible de ver, hasta ahora.
Las galaxias jóvenes formadoras de estrellas estaban llenas de polvo y gas, y se formaron 2 mil millones de años después. Big Bang, informan los investigadores, una era hace más de 11 mil millones de años, cuando el universo tenía aproximadamente una sexta parte de su tamaño actual. Oscuro, distante y ahogado por el polvo, el objeto es casi invisible en todas las longitudes de onda de la luz. Sin embargo, el engaño gravitacional fue originalmente predicho por Albert Einstein ha dado a los investigadores una rara mirada a la galaxia “invisible”. Los hallazgos del equipo se publicaron el 3 de febrero en Revista de astrofísica.
“Las galaxias lejanas son una verdadera mina de información sobre el pasado evolutivo y el futuro de nuestro universo”, autor principal marika juliettiastrofísico de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados de Italia (SISSA), dijo en un comunicado. “Sin embargo, estudiarlos es muy desafiante. Son muy compactos y, por lo tanto, difíciles de observar. Además, debido a su distancia, recibimos una luz muy débil de ellos”.
El equipo aprovechó la teoría de Einstein de Relatividad general para observar galaxias lejanas. La teoría dice que los objetos masivos, como galaxias u, ocasionalmente, estrellas individuales, distorsionan el espacio que los rodea, de modo que cualquier luz que pasa a través de ellos se magnifica. Esto significa que los investigadores pueden usar objetos masivos como lupas cósmicas para ver otros objetos más distantes, pero solo si se alinean correctamente. El efecto, conocido como lente gravitacional, ha ayudado a los astrónomos a ver algunos de las primeras galaxias del universo.
Sin embargo, debido a la gran cantidad de polvo interestelar que se interpone en el camino, esta galaxia en particular es difícil de ver, incluso con lentes gravitacionales. Entonces, los investigadores recurrieron al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un conjunto de 66 radiotelescopios en Chile. Debido a la forma en que el polvo absorbe y vuelve a emitir la luz, los telescopios submilimétricos se utilizan a menudo para observar cuerpos celestes polvorientos.
ALMA miró a través del polvo para revelar una galaxia joven y activa formando estrellas a 1.000 veces la velocidad de la Vía Láctea.
Las galaxias distantes que son jóvenes, compactas, caracterizadas por una vigorosa formación estelar, y que en su mayoría están cubiertas por polvo, y que tienen reservas muy ricas de gas molecular, son las precursoras de las galaxias inactivas masivas. galaxia que vemos en el universo local”, los coautores del estudio andrea lapis, también astrofísico de SISSA, en el comunicado. Estas galaxias “ofrecen información invaluable sobre los procesos que llevaron a la formación y evolución de estas estructuras a lo largo de la historia del Cosmos”.
Aunque ALMA no puede revelar mucho sobre esta joven galaxia, observatorios como El Telescopio Espacial James Webb algún día podría revelar la galaxia con mayor detalle, agregó Lapi. Estudiar galaxias como esta ayuda a los científicos a comprender el universo primitivo y cómo evolucionaron galaxias como la nuestra.
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