SANTIAGO, Chile (AP) – Los servicios del metro en la capital chilena quedaron suspendidos el viernes, dejando atrapados a cientos de miles de pasajeros que regresaban del trabajo a sus casas, después de que estudiantes de secundaria inundaron las estaciones del metro, saltaron los torniquetes, esquivaron las tarifas y destrozaron las estaciones como parte de Protesta contra los aumentos de tarifas.
Por la noche, las protestas se habían extendido por todo Santiago con estudiantes levantando barricadas e incendiando las entradas de las estaciones de metro. Las imágenes de televisión mostraron a estudiantes y otras personas atacando vehículos policiales, arrojando piedras e incendiando al menos un autobús, junto con escenas de romper y romper vidrios dentro de varias estaciones de metro.
La policía que intentaba disolver las protestas con gases lacrimógenos se retiró de varias estaciones de metro.
Pasada la medianoche, el presidente Sebastián Piñera declaró estado de emergencia en la zona afectada, permitiendo a las autoridades limitar el derecho de reunión y circulación.
La medida tiene como objetivo garantizar “la seguridad de los ciudadanos, proteger los bienes y derechos de cada uno de nuestros compatriotas que han visto las complicaciones del accionar del verdadero criminal”, dijo Piñera en un discurso desde Palacio de Gobierno.
La ministra de Transporte, Gloria Hutt, que anteriormente se había resistido a reducir las tarifas, dijo que “tal vez durante la próxima semana (el sistema de metro) vuelva a funcionar gradualmente”.
El gobierno presenta denuncias bajo la Ley de Seguridad del Estado contra personas que dañan el sistema de metro o impiden su normal funcionamiento, según el ministro del Interior, Andrés Chadwick. La ley conlleva una pena de prisión de tres a cinco años para los infractores.
Las protestas estudiantiles comenzaron el lunes cuando cientos de jóvenes invadieron varias estaciones en Santiago, saltando por encima o por debajo de los torniquetes para protestar por un aumento del 4% en las tarifas del metro de alrededor de $ 1 a $ 1 con 16 centavos. Chile no produce su propio petróleo y debe importar su combustible, lo que genera altos precios de gasolina, electricidad y altos costos de transporte público.
Al final de la semana, las protestas se habían vuelto violentas y los estudiantes rompieron puertas, rompieron vidrios y arrojaron escombros a los rieles eléctricos. Un conductor de tren resultó herido por vidrios rotos.
Las protestas han dividido a los habitantes de Santiago entre quienes sienten que las protestas están justificadas y quienes están enojados por las largas demoras en los viajes.
“Es inaceptable que por culpa de los escolares no podamos volver a nuestras casas”, dijo el empleado del banco Daniel Fuentealba.
Eric Campos, líder del sindicato de trabajadores del metro, informó que al menos 16 empleados resultaron heridos y pidió el cierre de todo el sistema de metro.
Ante las protestas y la aversión a las tarifas masivas, Metro cerró tres de sus seis líneas el viernes por la tarde y luego las cerró todas al caer la noche.
La Coordinadora Nacional de Estudiantes de Secundaria, uno de los dos grupos que representan a los estudiantes de secundaria, pidió que continuaran las protestas.
Los funcionarios de Metro dijeron que los precios de las tarifas aumentaron debido a la devaluación de la moneda, el aumento de los costos de combustible y las necesidades de mantenimiento.
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