El Ministro de Cultura de Chile, Mauricio Rojas, renunció luego de enfrentar críticas por sus comentarios de 2015 sobre un museo de derechos humanos.
Rojas fue criticado luego de que se revelara que cuestionaba la validez del museo en Santiago.
Lo llamó un montaje y dijo que el objetivo era sorprender a los visitantes y manipular la historia.
El Museo de Historia y Derechos Humanos documenta los abusos cometidos durante el régimen militar de Augusto Pinochet.
En un libro publicado en 2015, Rojas dijo que el objetivo de los museos es sorprender y dejar al visitante pensando.
“Este uso descarado e inexacto de una tragedia nacional nos ha afectado directamente a muchos de nosotros”, afirmó.
Después de que estalló el escándalo durante el fin de semana, Rojas dijo que los comentarios no reflejaban sus puntos de vista actuales y agregó que “nunca había minimizado ni tolerado las inaceptables, sistemáticas y graves violaciones de derechos humanos que tienen lugar en Chile”.
Pero la presión de organizaciones de derechos humanos y políticos de izquierda y derecha le obligaron a dimitir tras apenas cuatro días en el cargo.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo que aceptaba su renuncia por el buen funcionamiento del gobierno.
El Museo de Historia y Derechos Humanos fue inaugurado en 2010 por la entonces presidenta Michelle Bachelet para recordar al público los crímenes y violaciones cometidos durante los años del régimen militar, de 1973 a 1990.
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