Chile está dando un gran paso para sus ciudadanos, y el mundo en general, al redactar una nueva constitución que jugará un papel central en el clima y la ecología. La nueva constitución de Chile se está redactando a la luz de la emergencia climática y ambiental. El país está a punto de iniciar un nuevo tipo de gobierno que mantendrá las preocupaciones ambientales a la vanguardia.
En el corazón de esta nueva constitución se encuentra el destino del litio, que es un metal lustroso y maleable. Se encuentra en aguas saladas cerca de la Cordillera de los Andes. Todos estamos bastante familiarizados con el litio, ya que es una parte esencial de la fabricación de baterías. La preocupación de Chile por el litio surge en un momento en que la demanda de litio es alta como alternativa a los combustibles fósiles, por lo que los precios se disparan.
El argumento en contra de este tipo de minería de recursos naturales son los altos costos ambientales. Además, también se dice que estos beneficios no llegarán a todos los ciudadanos.
Así que ahora el país está buscando el camino correcto para minar. Se ha establecido una Convención Constituyente que decidirá sobre diversos factores relacionados con esto. Algunas de las preguntas que esta convención intenta responder son, cómo se debe regular la minería y cuál debe ser el papel de las comunidades locales en la minería. Además, Chile también determinará si mantiene su sistema presidencial, si la naturaleza debe tener derechos y discutirá el futuro.
Según se informa, la convención también decidirá quién posee el agua chilena y qué es exactamente esa agua. Un total de 155 chilenos han sido elegidos para trabajar en la nueva constitución.
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