Hace dieciséis años, los aficionados en el Estadio de Toulouse se unieron después de que Japón acababa de ser derrotado por Fiji en un thriller de la Copa Mundial de Rugby. El domingo se recuperaron para darle la bienvenida a Chile al escenario mundial.

Si bien a menudo se hace referencia a los fanáticos como el hombre número 24 de un equipo, parecía que Los Cóndores tenían un 25, 26 o más el domingo, tal fue el ruido que hicieron sus fanáticos.

El extremo japonés Michael Leitch está entre quienes esperan que los sudamericanos y sus seguidores puedan participar en más de una Copa Mundial.

“Fueron increíbles”, dijo Leitch, que disputaba su cuarta Copa del Mundo.

“Pensábamos que el pueblo chileno estaría muy emocionado en la cancha, pero tan pronto como entramos al estadio, el sonido de la afición chilena fue increíble. Fue una locura. Ojalá pudieran venir a todos los Mundiales”.

Mientras tanto, la selección chilena quiere que su actuación no sea en vano.

“Tenemos una responsabilidad cuando pisamos el campo”, dijo el capitán de Los Cóndores, Martín Sigren, quien supuestamente perdió 4 kilogramos durante el partido.

“Queremos popularizar el rugby (y apoderarnos del fútbol). Esta Copa del Mundo podría ayudar. No queremos que ésta sea la primera (y la única). No es fácil clasificarse, pero queremos que esto suceda en el futuro. “

Aunque el equipo luchó por competir durante los 80 minutos completos, los fanáticos nunca se dieron por vencidos, incluso en las condiciones sofocantes.

“Fue una verdadera emoción”, dijo el extremo Santiago Videla. “Pudimos escuchar a 15.000 chilenos venir esta tarde. Fue un momento que nunca olvidaremos. Escuchamos canciones chilenas y nos animaron y fue un momento increíble”.

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