SANTIAGO (Reuters) – Una startup chilena se lanzó para abrir algunas de las atracciones turísticas más icónicas del mundo a visitantes con discapacidades.

La idea de Wheel the World nació de una expedición hace tres años al Parque Nacional Torres del Paine de Chile en la Patagonia por un grupo de amigos de la Universidad de California en Berkeley.

El grupo financió una silla de ruedas especial para su amigo, Álvaro Silberstein, quien quedó paralizado en un accidente automovilístico cuando tenía 18 años.

Documentaron su viaje para aquellos que habían contribuido al fondo y, estimulados por el interés despertado, comenzaron a investigar otras vacaciones de la lista de deseos que podrían adaptarse para discapacitados.

Desde su fundación el año pasado, el equipo de siete miembros de Wheel the World ha organizado viajes para más de 900 personas, incluso al desierto más árido de Chile, San Pedro de Atacama, buceo en la Isla de Pascua en el Océano Pacífico, tirolesa en Costa Rica y viajes a lo largo de el Camino Inca a Machu Picchu en Perú.

Actualmente, el grupo tiene 16 destinos tanto en Chile como en otros cuatro países en su plataforma en línea, y pretende aumentar esto a 150 para 2020.

Silberstein, director ejecutivo de la empresa, dice que un viaje a la Patagonia le hizo darse cuenta de que nada es imposible.

“Nos dimos cuenta de que con el equipo adecuado y la información correcta, podemos ayudar a las personas con discapacidad a tener este tipo de experiencia, abrirles la mente para que vean que somos capaces de cualquier cosa”, dijo.

”Hay muchas iniciativas para hacer el turismo más accesible porque es una gran oportunidad; solo en los Estados Unidos y Europa, las personas con discapacidad gastan $72 mil millones en turismo cada año”.

“Pero nadie lo está haciendo a nivel mundial, adaptando los servicios turísticos a las necesidades especiales de las personas con discapacidad. Eso es lo que hacemos”, dijo.