Parque Educativo Mejorará Conservación del Bosque Esclerófilo de Chile Central

Australia, California, Chile, Sudáfrica y la cuenca mediterránea son los cinco lugares del mundo que cuentan con bosques de esclerófila, vegetación cuyas especies se adaptan a largos períodos de sequía y calor. Por ello, con el fin de diseñar un lugar que permita la integración del conocimiento en la sociedad que se refleje en cambios de actitudes y motivación hacia su conservación, académicos de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal desarrollaron una propuesta de Parque Educativo Interpretativo para Evaluación de Bosques Esclerófilos de Chile Central”, proyecto seleccionado por el Concurso Ciencia Pública Nacional para Espacios Públicos Regionales del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que tendrá una duración de 15 meses.

“Valorar la experiencia como herramienta para comprender los componentes y procesos que subyacen a los sistemas naturales ofrece oportunidades únicas y significativas para las relaciones efectivas entre el ser humano y su entorno”, explica Pablo Becerra, académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal y director general del proyecto.

“Restaurar bosques esclerófilos es una tarea de largo plazo que requiere el aporte de toda la comunidad” – Francisca Boher, coordinadora general de la iniciativa

Este proyecto también lo presenta el Centro de Ecología Aplicada y Sostenibilidad (CAPES UC) y cuenta con las instituciones asociadas Associació Parc Serralada, Ayuntamiento de Les Comtes, Corporación Educativa Les Comtes, CAC Les Comtes, Fundación Araucanía Inclusiva y Yayasan Cahaya.

Crisis del bosque esclerófilo

Hoy en día, los procesos históricos de explotación y las amenazas antropogénicas, como el cambio de uso de suelo y los incendios forestales, han causado enormes daños a la composición y función de los bosques y los servicios ecosistémicos que nos brindan. Además, los efectos de más de una década de megasequía en la región central han profundizado la vulnerabilidad de este ecosistema.

“Valorar la experiencia como herramienta para comprender los componentes y procesos que subyacen a los sistemas naturales ofrece oportunidades únicas y significativas para las relaciones efectivas entre los seres humanos y su entorno” – Pablo Becerra, director general del proyecto.

Por ello, “restaurar los bosques esclerófilos es una tarea de largo plazo que requiere del aporte de toda la comunidad. Sin embargo, el acceso a la montaña es limitado, lo que profundiza la desconexión entre los humanos y el bosque. Por eso es tan importante la creación de espacios educativos y de interacción para la reinserción a este ecosistema, el reconocimiento de las amenazas actuales y el desarrollo de actitudes que contribuyan a su recuperación”, comentó Francisca Boher Elton, coordinadora general de la iniciativa.

En los bosques esclerófilos coexisten especies como quillay, litre, majuelo y palma chilena. (Foto: Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal)

Estudia en prerecordillera

Este parque educativo interpretativo se ubicará en un terreno de 80 hectáreas, ubicado en San Carlos de Apoquindo y propiedad de la Universidad Católica, en una zona urbana accesible al público mediante vehículos y transporte público. Su administración estará a cargo de la Associació Parc Serralada (APC), la agencia vinculada a la propuesta, que administra una red de parques en la precordillera de Santiago.

El parque representa la transición entre la ciudad y el entorno natural y considera caminos progresivos como parte de su base conceptual. El enfoque del recorrido interpretativo pretende sensibilizar y suscitar interrogantes en los visitantes, a través de tres etapas: “El tesoro a cada paso: los componentes, relaciones y valores del bosque esclerófilo”; “La crisis de los bosques esclerófilos: amenazas actuales y sus efectos sobre los bosques”; y “¡Manos a la obra!: Principios y tecnologías para rehabilitar bosques esclerófilos”.

“La creación de espacios educativos y de interacción es fundamental para la reintegración a este ecosistema, el reconocimiento de sus amenazas actuales y el desarrollo de actitudes que contribuyan a su recuperación” – Francisca Boher Elton, coordinadora general de la iniciativa.

Esto da como resultado un recorrido por ocho soportes diferentes en el centro de visitantes en un recorrido circular, que aborda este tema fundamental para la valoración y protección de los bosques esclerófilos. Esto también incluye un diseño inclusivo: el contenido didáctico y visual se presenta en combinación con pantallas escritas complementadas con guías en braille, audio y video en lenguaje de señas. “Al finalizar, esperamos que esta experiencia permita la integración de conocimientos en la comunidad que se reflejen en cambios de actitud y motivación para enfrentar la crisis de los bosques esclerófilos”, dijo Becerra.

Este parque educativo contará con un recorrido que se divide en tres etapas que buscan despertar la sensibilidad y generar interrogantes en los visitantes. (Foto: Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal).

Algunos datos sobre los bosques esclerófilos de Chile central:

  • Forma parte del ecosistema mediterráneo que cubre el 5% de la superficie terrestre pero alberga casi el 20% de las especies vegetales, muchas de las cuales son endémicas.
  • Su distribución coincide con la región más poblada del país, por lo que se encuentra bajo una intensa presión. El cambio de uso de suelo, los incendios, la introducción de especies invasoras y el cambio climático han llevado a la reducción y fragmentación de BE.
  • Actualmente está sujeto a los efectos de la sequía desde hace más de una década, lo que ha provocado eventos de secado masivo en especies de madera que implican daños en su estructura, función, así como impactos negativos en los beneficios ecosistémicos que recibimos de ellos, como la erosión. . control, purificación de aire, infiltración de agua, polinización, protección de mamíferos y aves, entre otros.
  • La situación presentaba una doble urgencia; por un lado, idear una estrategia para restaurarlo; y por otro lado, evitar que las actividades profundicen sus condiciones actuales, por lo que es fundamental la integración efectiva de las comunidades en iniciativas que contribuyan a valorar y proteger estos ecosistemas.
  • Osvaldo Iglesia

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